Ducharse A Diario ¿Bueno O Malo?
Ducharse a diario puede resultar agresivo si se aplica productos que dañan el manto que protege nuestra piel. Esta barrera cutánea está compuesta por agua y aceites que evitan la deshidratación de la piel y la entrada de agentes nocivos.
Por otro lado, la higiene diaria es fundamental para mantener la salud de la piel y de todo el organismo. Espaciar demasiado la ducha provoca acumulación de suciedad, sudor y células muertas sobre la piel. Esto favorece el mal olor corporal. Además de aumentar la proliferación de hongos y bacterias que pueden desencadenar infecciones de la piel.
Hay más. La falta de higiene también favorece la acumulación de patógenos que pueden entrar fácilmente en el organismo.
Expertos recomiendan ducharse a diario, sobre todo personas que tienen trabajos físicos. También aquellos que hacen ejercicio asiduamente y en verano para eliminar los restos de sudor.
Lo bueno de la ducha diaria es que mantiene la piel limpia, elimina las células muertas y evita la acumulación de bacterias potencialmente nocivos para la salud.
Podría ocurrir que se dañe la barrera cutánea si la ducha no se hace correctamente o no se emplean los productos adecuados, según dermatólogos.
Pasos para ducharse correctamente
Así que: la cuestión de si se quiere seguir una higiene completa diaria correcta está en el cómo.
- Controlar la duración: Una ducha normal no debería durar más de siete u ocho minutos. Lo justo para humedecer la piel, enjabonarla y aclararla. Abusar de los baños o de las duchas muy prolongadas reseca la piel.
- La temperatura del agua, a raya: No debe ser ni muy caliente ni helada. El agua de la ducha debe estar tibia: la caliente en exceso deteriora la barrera cutánea.
- Elegir el jabón o gel correcto: Los jabones y geles de baño suaves que no resultan agresivos para la barrera cutánea.
- Saber aplicarlo: Es suficiente con aplicar y extender el gel de baño con la mano. Según dermatólogos, si se usan esponjas es conveniente que sean suaves y dejar las más duras para momentos puntuales.
- El secado: Con el agua y jabón no se ha acabado con el proceso del duchado. Hay que secarse a toques (sin restregar) con una toalla suave. Llegando a todos los pliegues de la piel y las zonas de difícil acceso (entre los dedos, por ejemplo). Es fundamental, al finalizar, hidratar la piel con productos emolientes que reparen la barrera cutánea y mantengan la piel sana, suave y elástica.
Los que prefieren NO ducharse
Por otra parte, la opción de no ducharse a diario está sobre la mesa y puede tener una defensa siempre y cuando se den unas circunstancias y una higiene ‘paralela’.
En meses de invierno tomar una ducha un día sí y otro no, es una elección posible. También, si no hay mucha sudoración y siempre y cuando se realiza una higiene personal diaria sobre determinadas zonas (cara, axilas, genitales…), para completarla con días alternos.
Razones de salud, ecológicas y sociales están servidas en una polémica que parece tener que dar aún mucho que hablar.
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